miércoles, 31 de agosto de 2011

Clarín y La Nación: Cada vez menos creíbles

No iban a desaprovechar la oportunidad, ambas partes. El gobierno para continuar con un método de exposición de los medios como empresas periodísticas con intereses muy lejos de la independencia y objetividad que declaman, y Clarín y La Nación para evitar, una vez más, admitir las conductas antiprofesionales en los que cayeron con tal de desprestigiar y mitigar el aplastante triunfo de CFK en las Primarias, contra todos sus pronósticos, profecías, previsiones y deseos.
Entonces, Kirchsbaum (uno de esos que edita las notas, es decir, que les pone el título, muchas veces, a pesar de lo escrito por el periodista en el cuerpo central de la misma) se victimiza: "El ministro del Interior acusó a los medios no adictos de atentar contra la calidad institucional en una desgraciada declaración que muestra el equivocado concepto que tiene Randazzo de los derechos constitucionales.
Sus aventuradas opiniones siguen la lógica, ahora desarmada, de aquel drama. Su anticipo de que iba a “masacrar” a Clarín y a La Nación durante la conferencia de prensa no hace más que demostrar la profundidad y el peligro de su amenaza".
Randazzo no había terminado de espetarle a Clarín y La Nación haberle dado crédito a las denuncias de una Oposición desorientada y ya estaba el correspondiente comunicado del kiosco defensor de los intereses de los empresarios dueños de diarios: "La democracia no se agota en un acto electoral ni una victoria legítima la descalificación de las miradas críticas sobre la gestión de los ganadores. La posibilidad de sostener esas miradas y de actuar como contrapeso del poder es lo que llevó a nuestros constituyentes a darle a la libertad de prensa un lugar privilegiado dentro de nuestra Constitución".
Por supuesto, los empleados de estos dos multimedios, descolocados como nunca ante sus audiencias desde el 14 de agosto, salieron a defender a sus patrones presentándose como los defensores de la libertad de expresión y sin darse por enterados de que el escrutinio definitivo los había denunciado, una vez más, como mentirosos y oportunistas.
Estos dirgientes de poco impacto en la vida real de los argentinos, azotados todos estos días por las plumas de esos medios que le indicaron qué hacer durante todos estos años para derrotar al kirchnerismo, ahora se tienen que comer los mocos y bancarse un Morales Solá que los mofa (con tal de lavarse las manos): "El problema es que creyeron en la teoría de que el kirchnerismo era un "ciclo terminado", sin pasarla por la necesaria prueba o sin condicionarla a la prueba".
Obvio que Joaquín no desaprovechó la oportunidad para volver sobre las descripciones del kirchnerismo que el 14 de agosto mucha gente rechazó por infundadas y tendenciosas: "Ocurrieron ayer dos cosas. La primera fue la noticia de que la Presidenta confirmó su arrasador triunfo del 14 de agosto. La segunda fue otra confirmación: la oposición debe, según el Gobierno, quedarse callada, y los diarios no deben hablar de ella. Así se deslizó claramente durante la conferencia de prensa del ministro del Interior, Florencio Randazzo. El oficialismo reprochó a la prensa luego del 14 de agosto porque fue crítica de la oposición y porque no miró sólo a la victoriosa Cristina Kirchner. Ahora, el kirchnerismo lo increpa al periodismo porque difundió las denuncias opositoras sobre irregularidades en los comicios. Conclusión: para la teología del kirchnerismo, el periodismo debe hablar sólo de la Presidenta y olvidarse, para bien o para mal, de que existen opositores. La democracia argentina anda, así, por una pendiente".
Algo de eso ya intuyen Leuco Metralleta, Zloto y TNmbaum. Anoche, en sus respectivos programas de tv, su reacción se alejó de las hoy escritas por Clarín y La Nación. No reprodujeron su comportamiento anterior al 14 de agosto, sino más bien mostraron una posición equidistante de Randazzo y los medios involucrados.
Leuco Metralleta: "Hay que bajar un poquito, todos los que participamos del debate público. Hubo errores, robo de boletas, claro. Pero no hubo fraude, de ninguna manera. Hubo quizás exageración por parte de la Oposición y de periodistas, ¿por qué no decirlo? En la guerra, la primera víctima es la verdad, y hoy hay trincheras levantadas".
Zloto intentó salvar al periodista de La Nación, Mariano Obarrio: "Las coberturas que los medios hicieron de las denuncias de la Oposición fueron desproporcionadas. El título y la bajada no las pone el periodista. El ministro lo sabe".
TNmbaum: "Las denuncias de la Oposición eran muy débiles. Si se denuncia fraude tienen que ser muy fuertes los indicios. Lo de la Oposición sonaba a malos perdedores. En un país ideal, los medios le darían la verdadera dimensión a denuncias de fraude. Pero no estamos en un país ideal. Hay que reaccionar con temple. Hay que bancársela (en referencia a los periodistas de Clarín y La Nación, que en la conferencia de prensa, el primero casi se larga a llorar ante el ministro, y el otro pegó un portazo enojado)".
También en Palabras +, Palabras - (TN), estuvo uno de los implicados, Mariano Obarrio, que hasta le gritó a un minsitro de la Nación en una conferencia de prensa. Muy nervioso, trató de justificar el accionar de su diario cometiendo varios furcios: "Si la Oposición hace una denuncia, los diarios DEBEN publicarla". "Nosotros publicamos lo que denuncia UN MEDIO DE LA OPOSICIÓN". Para luego admitir que la bajada de su artículo que citó Randazzo contenía "alguna imprecisión". Finalmente, terminó a todo vapor, con el discurso de sus jefes (cada vez más aislados): "El gobierno quiere controlar lo que se publica en los medios. Controla con mano fuerte Canal 7".
En su crónica-defensa de hoy, Obarrio se ocupa de conectar a CFK con el "incidente": "El tono de Randazzo fue anticipado el viernes pasado a LA NACION por altas fuentes, cuando aseguraron que el ministro iba a dar una conferencia para "masacrar a la oposición y a la prensa", como informó este diario el domingo pasado. Según admitieron, esa tónica fue conversada con la presidenta Cristina Kirchner: esperar el recuento definitivo para descalificar a los medios que informaron sobre la disconformidad de la oposición".
¿No sería más fácil admitir su posicionamiento político-partidario, hasta ideológico, en vez de tener que seguir con la mentira y la tergiversación con tal de esconder y disimular aquél en pos de una credibilidad cada vez más menguada?

2 comentarios:

AntiKK(Antikingkong) dijo...

No saben como tapar la mentira.-
Ademas estos medios se creen que en el interior se consumen sus medios, si algunos medios sacan noticias de estos diarios pero la toquetean a mas no poder, o sea, ellos se creen el país, pero el país voto otra cosa.-

Sergio Villone dijo...

Eso es lo que más les duele. Lo que llama la atención es que tarden en reaccionar y queden girando en falso sobre los mismos preceptos ya descubiertos por mucha gente. Por ejemplo: ya titulan "Ley de Tuerras K". Increíble...

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