domingo, 14 de agosto de 2011

La Nación, pesimista, construye escenarios apocalípticos

 Joaco inicia la mañana pintando un futuro argentino más sombrío aún que el post 2001: "Un mundo frágil, signado por escandalosas caídas financieras y económicas, y por sorprendentes revueltas sociales, podría cortar en el próximo período presidencial la buena racha que favoreció al país durante casi nueve años. El abandono de la austeridad fiscal, iniciado en 2006 y profundizado desde 2007, colocará en manos de la próxima administración la responsabilidad de sincerar los números de la economía. El próximo mandato, sea quien sea el presidente, será necesariamente más complicado y menos agradable que los períodos que comprendieron el último año de Duhalde y los ocho años de los dos Kirchner".
Broda, para darle caudal económico a ese futuro negro que pinta Morales Solá, avisora devaluación y ajuste: "Entre las decisiones que debe tomar el próximo gobierno (para resolver los desafíos) está la posibilidad de acelerar la tasa de devaluación, salir del congelamiento de las tarifas públicas y permitir algunos ajustes de precios más acordes con el aumento de los costos internos. Todas las opciones antes mencionadas implican una menor inflación reprimida que la que tenemos hoy, pero podría elevarse la tasa de inflación futura".
Marianito insiste con la ilegalidad del próximo gobierno de CFK: "¿Es verdad que Cristina pretende ahora sólo su segundo mandato consecutivo , algo admisible según la reforma constititucional de 1994, y no un tercer mandato consecutivo , que está prohibido por el espíritu de 1994, ya que el mandato que inició en 2007 no hizo otra cosa que repetir hasta el mínimo detalle el período que inauguró su marido en 2003? Esta valedera objeción constitucional, empero, en los hechos no se ha producido, de modo tal que Cristina puede intentar ahora el simulacro de un segundo período presidencial y no la realidad de un tercero, porque nadie la ha objetado?
Fernández Díaz proyecta en el kirchnerismo los males del medio que él integra: "El llamado "doble estándar" es ya una marca de época. La movida de los estudiantes chilenos, los violentos levantamientos de los jóvenes en Londres, los "indignados" de la Puerta del Sol son manifestaciones de la magnífica rebeldía contra la derecha y el capitalismo. Cualquier manifestación contra la causa nacional y popular es un movimiento "destituyente". Y cualquier información que lastime a un hombre del Gobierno es "una campaña sucia"".
Y la editorial de los Saguier se queja porque la Ley de Reforma Política les hizo ganar menos plata en las elecciones: "No menos cuestionables son las derivaciones de ciertos artículos de la ley que impuso estas elecciones, tales como aquellos que regulan y limitan las pautas publicitarias en medios audiovisuales. Es que mientras los partidos políticos tienen prohibido emitir cualquier tipo de spot televisivo o radial fuera de los espacios gratuitos cedidos por el Ministerio del Interior, el Gobierno ha podido hacer uso y abuso del canal de televisión oficial y otros medios para hacer propaganda de la gestión presidencial, además de emitir a toda hora cuestionables piezas televisivas, solventadas con el dinero de todos, que exaltan la figura del ex presidente Néstor Kirchner y su esposa".

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