domingo, 4 de septiembre de 2011

Armonía y Felicidad en la tapa de Clarín

Como ocupantes de un sitio desconocido, o por lo menos olvidado o difícil de recordar, estas dos bellas palabras se han lucido en la primera plana del diario de Ernestina y Magnetto en la misma semana. Entonces, uno intentó buscar sus rastros en el interior, entre las plumas, hoy domingo, día de descanso y distendimiento. Y se ilusionó cuando empezó por el editor, Kirschbaum: "Un día después de los cuestionamientos del ministro Randazzo a los diarios Clarín y La Nación, Patricia Janiot, periodista estrella de la CNN, preguntó a este editor en el noticiero central de esa cadena si había censura en la Argentina. La respuesta fue absolutamente no. No existe la censura directa, esto es que los diarios u otros medios de comunicación tuvieran que someter sus textos, como ocurrió aquí durante la dictadura militar y en otros países como Brasil, al arbitrio o capricho de un censor oficial para que autorice o no su publicación". Habíamos comenzado bien, acorde al clima que había logrado asomarse en la tapa, como pidiendo permiso, en medio de títulos repletos de amenazas, muertes y contracción. Pero hasta ahí llegamos, con Kirschbaum (ya preverán cómo sigue su columna. El que cito es el primer párrafo. Termina: "Estas conductas no son individuales. Reflejan una posición muy determinada hacia el periodismo. El objetivo es subordinarlo. Son los condicionantes que la política le está poniendo a la prensa. En esa tensión, que es inherente a la relación con el poder pero que en la Argentina está exacerbada, el periodismo debe trabajar sin renunciar a sus principales atributos.) y el resto. Y eso que uno se esmeró en encontrar algo positivo en lo escrito por Van der Kooy, Blanck y Cía. El primero repite su mentira del jueves (en su programa de TN) de que no hubo nadie de la prensa y la Oposición que sugirió la palabra fraude (sobran los videos o basta con ir al Search de clarin.com y escribir esa palabra) y prosigue cual robot con tratar de mostrar a una Presidenta con dos caras y que después del 23 se viene lo peor. La Viau abandona a Hitler una semana para compararlo con el Gobierno y ahora lo hace con la Dictadura. La Juárez, como siempre, hace de vocera de Duhalde (sigue convencido de que le robaron la elección y que CFK no sumó tanto, a lo sumo 38 puntos) y sitúa la acción en la quinta de San Vicente para estructurar una nota que parece más un ruego para que sus jefes sigan apoyando a Duhalde (con apariciones seriales en todos los medios del Grupo). Poquito (Blanck anda nostálgico con los 90s y comienzos de los 2000 cuando la política la hacían los publicistas -o más acá, ansioso de Durán Barba y Mauricio-, y Moreno con el caso Candela -casi sin adjetivarlo. Eso sí que es un buen indicio-), aunque uno quiere pensar que incipiente. De a poquito. Y siempre desde la Independencia y Objetividad. Claro.

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