lunes, 26 de septiembre de 2011

El caso Rucci: la vuelta de la teoría de los Dos Demonios (otra vez)

Intercambio de notas entre Tiempo Argentino y Claudia Rucci, la hija del sindicalista peronista asesinado en 1973 y actual candidata a vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires por el duhaldismo.
Ayer, Tiempo Argentino publicó: "Si bien Claudia Rucci impulsa la hipótesis de que Montoneros asesinó a su padre, en 1999 afirmó lo contrario: que los verdugos de su padre pertenecían a una fuerza paramilitar.
Así se desprende del Expediente 446.187/98 donde consta que la actual diputada solicitó, el 11 de septiembre de 1998, cobrar la indemnización que reciben los familiares de desaparecidos. “Por la presente se notifica a Ud. De la Resolución 2511/99, fecha 1 de noviembre de 1999 de este Ministerio en la que se ha resuelto otorgar el beneficio de la Ley Nº 24.411 reclamada oportunamente.”
La legisladora nacional basó su pedido en el artículo segundo de la Ley 24.411 (sobre “Ausencia por desaparición forzada”) “Tendrán derecho a percibir igual beneficio que el establecido en el artículo 1º los causahabientes de toda persona que hubiese fallecido como consecuencia del accionar de las fuerzas armadas, de seguridad, o de cualquier grupo paramilitar con anterioridad al 10 de diciembre de 1983.” Si bien este trámite lo inició junto a su madre Nélida y su hermano Aníbal, la viuda de Rucci renunció de modo irrevocable a reclamar el beneficio.
De acuerdo al expediente por el que la militante duhaldista cobró 224 mil pesos –entonces convertibles a dólares en la paridad uno a uno–, “Rucci fue muerto por un grupo de personas que pudo ejecutar una minuciosa planificación previa cuya concreción requería de recursos propios del aparato estatal. (…) No probada judicialmente la hipótesis del asesinato por parte de Montoneros, cabe ahora analizar la otra línea de investigación explorada por el juzgado. La posibilidad que la autoría corresponda a la denominada Triple A.”
E incluso se tomó como parámetro el homicidio del diputado peronista Rodolfo Ortega Peña –asesinado en 1974 por la Triple A– para determinar si un hecho anterior a 1976 se encontraba comprendido en la Ley 24.411.
El 1 de noviembre de 1999, el entonces ministro del Interior Carlos Corach, firmó la resolución por la cual se le concedió el beneficio a Claudia Rucci, quien terminó por convalidar que la muerte de su padre fue producto del accionar de la Triple A. El 22 de noviembre, la actual candidata a vicegobernadora bonaerense dio su aprobación legal para con la la suma percibida. Claudia Rucci “manifiesta que presta conformidad con la liquidación pactada, acepta pago en bonos Ley 23.982, y renuncia a toda acción judicial y/o extrajudicial por la obligación que cancela”, sostiene el decreto que fija la indemnización.
Una década más tarde, la diputada incita desde tribunales la hipótesis de que los victimarios de su padre fueron miembros de la organización Montoneros, pretendiendo instalar nuevamente la anacrónica teoría de los dos demonios".
Hoy llegó la contestación de la Rucci: "Claudia Rucci nunca declaró ante la Justicia nada referido al asesinato de su padre. Ni lo que usted afirma, ni ninguna otra expresión. Simplemente porque nunca fui citada por la Justicia. Mi único vínculo con la Justicia, en relación con el asesinato de mi padre fue la presentación para la reapertura de la causa, hace exactamente tres años, y la presentación que hice el pasado jueves 22 solicitando se cite a trece testigos que a mi juicio –sin duda alguna– están en condiciones de aportar a la Justicia datos precisos sobre el asesinato de mi padre y de cuyos testimonios se obtendría el esclarecimiento definitivo del tema.
En los años en que se gestionó la indemnización, y que posteriormente se cobró por decisión fundamentada del Ministerio de Interior, mi actividad principal era la actuación televisiva y teatral, que era mi forma de subsistencia desde muy corta edad. En ella concentraba mis energías. Mi conocimiento sobre la Triple A, Montoneros, los años ’70, el vanguardismo o el militarismo eran tan escasos como los del común de la gente.
Usted menciona en forma confusa (no queda claro si lo dijo Claudia Rucci o lo expresó en su fundamento el Ministerio de Interior, que es la realidad) “Rucci fue muerto por un grupo de personas que pudo ejecutar una minuciosa planificación previa cuya concreción requería de recursos propios del aparato estatal.” Ese es un punto importante de acuerdo a mi actual visión: existió planificación por parte de un grupo de personas, una de las cuales era funcionario de la Provincia de Buenos Aires con rango de Subsecretario, que utilizó vehículos oficiales de la provincia para el traslado de las armas con que se asesinó a mi padre. La Justicia, espero, deberá determinar qué significa eso.
La causa en ese momento estaba cerrada “por falta de pruebas”, y explorar en ese entonces la “posibilidad que la autoría corresponda a la denominada Triple A” resultaba lógico ya que se sumaba a esa teoría la de la CIA, la de López Rega, la de la interna gremial, etc. Lo que no debería usted hacer es atribuirme esa exploración. Ni elaboré esa fundamentación, ni aporté a ella ya que carecía de elementos para hacerlo. Sí –debo decirle– me encuentro en condiciones de ayudarlo en la búsqueda de la verdad: quien entonces escribió esos fundamentos es hoy un funcionario de gobierno que si lo desease podría explicar por qué consideró esa posibilidad y decir si yo tuve alguna relación con esa opinión. O si siquiera me conocía. Su versión –aunque manteniendo el anonimato– sería fundamental en la búsqueda de la verdad".
El diario se mantiene en lo publicado ayer: "Desde Tiempo Argentino respetamos su derecho de hija a reclamar Memoria, Verdad y Justicia, pero reafirmamos que su presentación judicial, a un mes de los comicios de octubre –más allá de que coincida, como aduce Rucci, con otro aniversario del repudiable asesinato– pretende reinstalar el debate sobre la teoría de los dos demonios en plena campaña electoral".
Quien opinó también fue el hermano de Rucci: "Aníbal Rucci, hijo del asesinado jefe de la Confederación General del Trabajo (CGT) José Ignacio Rucci, sugirió hoy que su hermana, la candidata a vicegobernadora bonaerense por el Frente Popular, Claudia Rucci, buscaba "politizar" la causa judicial en la que se investiga el homicidio del líder sindical acribillado a balazos en 1973.
Además, desafió a la también diputada nacional -quien pidió que sea citado a declarar el director de la Biblioteca Nacional, el kirchnerista Horacio González- a que "cuente" en los tribunales quién cometió el crimen del padre de ambos "si lo sabe", al recordársele que la legisladora denunció a la prensa que "quien apretó el gatillo fue (Juan Julio) Roqué".
Rucci agregó que él desconoce quién asesinó a su padre, al conmemorarse hoy 38 años del homicidio, al tiempo que advirtió que "el dolor de la muerte de cualquier padre o familiar es un duelo que debe hacer uno mismo y no estar explayándolo" ante la prensa.    
"Estamos a un mes de la elección y mi intención no es politizar esto", remarcó Rucci al recodársele que su hermana, la semana última, pidió a la Justicia que cite como testigos a González y a ex jefes de la organización guerrillera Montoneros, como Mario Firmenich, en la causa por el asesinato en 1973 del entonces secretario general de la CGT".
El historiador Felipe Pigna considera: "El 23 de septiembre de 1973 la fórmula Perón-Perón triunfó en las elecciones presidenciales del país. El general Juan Domingo Perón y su mujer, María Estela Martínez de Perón, asumirían el gobierno el 12 de octubre de 1973. Pero no todo era armonía en el movimiento justicialista. Dos días más tarde, el 25 de septiembre de 1973, fue asesinado José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT. El crimen se atribuyó a los Montoneros y, si bien la organización guerrillera nunca se adjudicó oficialmente el atentado, algunos de sus miembros admitieron la autoría del hecho".
Y cita al periodista de investigación Juan Gasparini, que, en su libro "Montoneros. Final de Cuentas" (1999, escribió:“Los Montoneros creyeron que eliminando a Rucci forzarían su entrada en el círculo áulico de Perón, lo que produjo el efecto contrario. (…) Los Montoneros tardarían en darse cuenta de que Perón había decidido destruirlos como herederos…”.
Por su parte, una investigación realizada por Alicia Pierini, ex militante montonera y actual Defensora del Pueblo de CABA, arroja un poco de luz sobre el contexto sociohistórico en el cual se inscribe el libro de Reato: "El autor recorta la compleja trama de vínculos y procesos de época a lo que denomina su “triángulo analítico” a saber: “las relaciones entre Perón, Montoneros y el poder sindical” (Operación Traviata pag 19). Acepta inmediatamente que hay un lado que omite: el de la Triple A aún en protoexistencia. Debió haber dicho que omitía directamente a López Rega -vivito y coleando entonces- pero no explica por qué, habida cuenta que no era un actor menor.
Además omite a otros varios componentes más del sistema político: el ERP declarado ilegal el día anterior, las organizaciones de la izquierda marxista exacerbadas por la derrota de Allende en Chile, y fundamentalmente omite el contexto del proceso de fusión entre Montoneros y FAR.
Este último es el dato que explica la confusión y desconcierto que produjo entre la militancia montonera el operativo Rucci.
Al omitir Reato todo esto, que es el contexto político del hecho analizado, queda en claro que el objetivo del libro es imputar a la Organización Montoneros la muerte de Rucci, haciendo caso omiso a la negativa reiterada que dicha organización mantuvo respecto de su responsabilidad autoral .
Haciendo caso omiso también, de las expresas instrucciones que la misma organización daba a sus militantes en relación a que toda planificación operativa debía incluir su propagandización como una parte más de la misma (conf. Pag. 59 T.I “La Sentencia del 9 de diciembre de 1985” - Juicio a las Juntas Militares - Imprenta del Congreso de la Nación - 1987” ) y en consecuencia nunca Montoneros negó sus operativos militares, aún los más cuestionables o equivocados.
Además, por haber ocurrido durante gobierno peronista y agregando –sin haber verificado nada- que exmontoneros que ejercían funciones públicas habrían prestado colaboración, Reato cumple el objetivo de armar el caso Rucci como un crimen realizado con el aparato del estado. Corolario de ello imagina tal vez el autor, se podrá recurrir nuevamente a la imprescriptibilidad y así mantener viva la via penal convalidando la hipótesis de dos demonios que ahonda la división entre los argentinos".
Anoche, en el programa de Mariano Grondona, Claudia Rucci admitió que el crimen de su padre podría no ser caracterizado como crimen de lesa humanidad, por lo que ya habría prescripto. "Pero la causa judicial puede servir para saber la verdad, quién mató a mi padre", concedió a cambio.
Tanto Grondona como su ladero, el cordobés Rossi, se ofrecieron entusiasmados para seguir divulgando las novedades del caso, luego de reiterar docenas de veces la palabra Montoneros. Antes, habían divagado con Eduardo Duhalde sobre cuántos puntos le habían robado a la oposición en las pasadas elecciones del 14A. "Por lo menos, entre 14 y 18", aseguró el jefe político de la Rucci.

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