sábado, 10 de septiembre de 2011

Para La Nación, la Policía de Macri abate ladrones, no incurre en casos de "gatillo fácil"

Cuando la falta de un dato cambia toda la nota, a menos que sospechemos que el uso lavado del lenguaje responde a decisiones editoriales de cobertura política.
Lo que quizás en otra ocasión habría sido calificado de "gatillo ´facil", esta vez La Nación prefiere hablar de un policía que abate al ladrón que quiere asaltarlo. Y luego, complementa la versión estigmatizando: "Fuentes oficiales informaron a La Nacion que Pappa tenía numerosos antecedentes por hechos delictivos, en su mayoría por robo con armas. En una causa había sido condenado a la pena de tres años de prisión".
¿Pero qué es lo que le falta a la crónica de La Nación? Como nos advierte Daniel en Twitter, el diario de los Mitre-Saguier no cita la palabra clave de dos testigos (apenas la acusación -que puede pasar como parte interesada- de la esposa de la víctima), cosa que sí hace Página. "Según informaron ayer fuentes de la investigación, dos testigos directos aseguraron que antes de oír la detonación fatal “sólo había una persona en pie”, es decir, que Pappa habría sido reducido previamente por el oficial. El hecho ocurrió el jueves pasado, cuando dos jóvenes con una réplica de plástico de una pistola asaltaron a Alvarez en el barrio de Chacarita. Por la noche, sus vecinos de la villa Fraga, ubicada en el mismo barrio, apedrearon una sede de la Metropolitana en Guzmán y Jorge Newbery, y fueron repelidos por los efectivos con balas de goma, en una batalla que duró hasta la madrugada de ayer.
Dos testigos directos dieron a entender que Pappa no representaba peligro alguno para Alvarez, quien habría estado en el piso en el momento de recibir el disparo".
En la nota complementaria, los testigos acusan: "Varios habitantes de esa cuadra dijeron saber con seguridad que cuando el joven recibió el disparo “estaba quieto, en el piso”. El relato que más compromete al efectivo metropolitano es el de una mujer que dijo que un policía federal reportó que a su colega “se le escapó una bala”.
Lo que contaron los vecinos gira entre dichos de otras personas y relatos personales, pero ninguno de los que conversaron con este diario quiso revelar su nombre por seguridad. “Nadie quiere hablar en contra de la policía”, aclaró una mujer".
Para colmo, la crónica de Ruchansky incorpora el contexto (cosa que tampoco hace La Nación): "El caso fue calificado como “homicidio” por la jueza Alicia Iermini y tiene un antecedente inmediato, ocurrido el 15 de agosto pasado cuando otro agente, también de civil, mató en un colectivo a dos presuntos asaltantes que iban sin armas. Antes, otro oficial de la misma fuerza, y también con su arma reglamentaria, mató a su vecino en la zona sur del Gran Buenos Aires, en medio de una pelea".
Es decir: La Nación prefiere estigmatizar a la víctima (podemos sumar la versión de una autoridad policial justificando el no darse cuenta de que el arma del ladrón era de juguete) y no publicar información que perjudica a la Policía Metropolitana de Mauricio Macri.
Dato final: no se encontró nada del caso en Clarin.com.

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