domingo, 25 de septiembre de 2011

Rompámosle el círculo a La Nación

En La Nación también andan -como en Clarín- con la misma carnada chamuscada pre-14A (quizás podamos conceder que la idea del Partido Único ya no es de su agrado), por lo que haremos un ejercicio de rescatar otros trozos de textos que nos permitan tomar un poco de aire ante tanto discurso reiterativo (el de Marianito, que llega hasta La Cámpora Kids, es ya indigesto), que inclusive nos produce reptición en nuestros rastreos también.
Rompamos ese círculo vicioso entonces con algunas citas de esas otras miradas parcialmente incrustradas en las columnas de hoy en el diario de los Saguier/Mitre.
Joaco entierra al hijo de Raúl y al Cabezón de las Muertes y los Saqueos: "¿Se equivocaron los argentinos cuando distribuyeron de manera tan mezquina el voto antikirchnerista? En el desempeño de los candidatos opositores en los días recientes están las razones de por qué despertaron tan poca ilusión en los votantes del 14 de agosto. ¿Cómo pedirles a los argentinos independientes que confíen en Alfonsín si sus propios correligionarios de Mendoza, Jujuy, Santa Cruz o Río Negro le están dando la espalda? ¿Podía Duhalde hacer más que lo que hizo si no pudo retener en el peronismo disidente a los Rodríguez Saá, a Reutemann, a De Narváez ni a Solá? Duhalde y Alfonsín están interpretando la última función de sus carreras políticas".
A Marianito sólo pudimos rescatarle su clásica parte final fabuladora: "Hay tres "ranas" en la oposición. La primera de ellas es antikirchnerista a secas. Alarmada desde el inicio por las intenciones "totalitarias" del cristinismo, que quiere invadir de a poco a las mentes porque, a la inversa del autoritarismo , que sólo quiere mandar, el totalitarismo aspira, además, a lavar los cerebros, los opositores deberían saltar cuanto antes de la sartén. La segunda rana, en cambio, se mantiene en el agua tibia hasta que la hiervan o se vuelva K porque, en el fondo, como Solá, sólo pretendía cambiar disimuladamente de bando. La tercera rana, en cambio, sigue en el agua tibia, pero únicamente hasta que aparezcan los primeros signos de un insoportable hervor. Recién entonces, decidirá saltar. ¿Llamaremos macrista a la tercera rana?".
Lamentablemente la columna de Fernández Díaz no es procesable bajo la consigna de identificar otro tipo de dato que no sea asistencialismo K, hegemonía K, totalitarismo K, y demás lugares comunes de las plumas (des)concentradas. La suya directamente es propia de los que piensan que sólo el sector privado (Mercado) puede hablar de la Historia. Si lo hace el sector público (Estado) es manipulación partidaria. Es decir, el Mercado es objetivo y abarcativo; el Estado es tendencioso y sectorial.
La del Sirviente, a pesar de su diatriva anti K radial, aporta aunque sea un dato: "Es muy fuerte la concentración de la audiencia en Radio 10, Mitre y Continental. No es casual, por eso, que de toda la publicidad que se vuelca sobre la radiofonía, estas tres emisoras se queden con el 60 por ciento de lo facturado. Según la Cámara Argentina de Agencias de Medios (CAAM), en el primer semestre de 2011, la inversión publicitaria se incrementó en un 35% al alcanzar los 1715,8 millones de dólares, pero más de un 70% de ese monto se lo quedaron la TV abierta y los diarios. La radio sólo facturó 226 millones de pesos en la primera mitad de este año". Algo es algo (como para que se tranquilice: Tener que nombrar a VHM y su ladera García en su columna inmaculada lo pone mal).
Por último, mientras Scibona sigue extrañando sus adoradas AFJPs, Olivera lobbea para los empresarios que quieren un dólar a 6,50, es decir, una devaluación maratónica que sólo en las mentes de las afiebradas plumas de La Nación (y los bolsillos de los insaciables) puede producir el deseo de volver a lo peor, que se niegan a admitir(se) que ya fue dejado atrás.

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