jueves, 27 de octubre de 2011

1 año: Gracias por La Nata

 -La muerte de Néstor es un mito más de imagen que de contenido. ¿Te acordás de algún discurso de Néstor? Es curioso. Venimos de una época en la que nos acordábamos de los discursos de los políticos, y hace un tiempo en el que los discursos de los políticos quedaron vacíos. Siempre digo para saber si la nota es buena o mala es acordarte de lo que leíste. A veces uno lee a periodistas y dice 'que bien escriben' y después no te acordás lo que leíste. Los estadistas hacen discursos y proponen cosas y en general te acordás de los discursos. Bueno no me acuerdo de una frase de Néstor. Sin embargo, hay un fanatismo como no hubo nunca desde Perón para acá. Nunca se inauguraron tantas plazas, obras públicas, libros, campeonatos de fútbol...
-¿Y por qué se da eso?
-Es una construcción deliberada, audaz e inteligente de parte del Gobierno. Creo que empieza con el velorio de Néstor, Cristina necesitaba ese mito para gobernar. Cristina inventa el mito de Kirchner para poder gobernar. Néstor es una invención de Cristina, pero es una invención en proceso, que no está terminada. Yo trabajo en la "Cadena Ser" de España y una vez por semana hacemos una tertulia, con Vargas Llosa, Boris Izaguirre y otros. Cuando conté por primera vez al aire que a Néstor ella lo llamaba “El”, se rieron diez minutos. A nosotros nos parece normal, pero no lo es. No es normal que lo llame “El” como si fuera Dios.
-¿Te parece peligrosa la construcción de Néstor como un mito?
-Los mitos se construyen de abajo para arriba. Nadie decide si hacer un mito, lo decide la gente. Si un mito se construye al revés a mi no me gusta porque me parece que se hace por algún motivo que no es legítimo.
 -¿Pero esa construcción no empezó justamente desde abajo, con la masividad que tuvo el velatorio de Néstor?
-Sí, fue masivo y hubo una partipación de jóvenes que para muchos fue inusitada, pero también hubo una preparación televisiva para el velatorio, con tipos a los que hicieron saludar dos veces ante la cámara...no hubo tanto de improvisación como parecía. Fue todo muy armado. Uno hubiese esperado que en una situación de dolor no hubiese estado todo tan premeditado...

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