viernes, 23 de diciembre de 2011

Clarín ahora festeja la desgracia ajena (para olvidar sus penas)

En su titánica y exprés tarea de pegar al Grupo UNO al kirchnerismo (debido a que éste logró que un juez comenzara a dividir la fusión monopólica de Cablevisión y Multicanal en todo el país), hoy aparece esta crónica de iniciativa de Wiñazki que pone el acento en que el diario Ámbito, por ser oficialista (para Clarín ser oficialista es no plegarse a todas sus mentiras, falacias y manipulaciones diarias para pegarle al gobierno que tiene como enemigo) ha perdido ventas ante su competidor, El Cronista Comercial, cuyo dueño es el Colorado De Narvaéz, socio del Grupo en eso de criminalizar todo lo K, y activo partícipe de los principales espacios del monopolio para denostar todo lo gubernamental (estos días Clarín lo cubrió convenientemente y nombró sólo a Vila y Manzano, cuando en verdad los tres son socios en el canal América). Así le fue a él en la elección a gobernador en la provincia de Buenos Aires y a la alianza que integró con el radicialismo a nivel nacional: quedaron a 40 puntos de distancia. Pero también a Clarín le ha ido muy mal al desarrollar esa estrategia de mentir para proteger sus negocios mal habidos, de manipular todo para que nada parezca bueno: sus ventas están en picada desde hace 6 años consecutivos.
"La sociedad de Vila y Manzano apuntó siempre a involucrarse en el manejo de Ambito . Son socios de Vignatti en el diario La Capital de Rosario y en el diario Uno de Parana Entre Ríos. La propuesta sería la de otorgar mayor participación al propio Vignatti en ambos medios, a cambio de aumentar el rol de ese nuevo duo protagónico de avance oficialista sobre el universo de los medios pro K, que constituyen directa o indirectamente el 80 % de los medios que operan en el país", tira Wiñazki, sin fuentes, nada. Como el Milico Aguad, el otro día, que arriesgó idéntica cifra, como si fueran acreedores de un mismo guión.
"¿Por qué se vende más ahora El Cronista ? Dijo su director Fernando González: “Aparece como más equilibrado y neutral”", cierra la crónica sin sonrojarse. Ya no sólo hablan de objetividad para mentir y mentirse, sino ahora de neutralidad, es decir, que son inocuos. 
Precisamente hoy González le habla a la Presidenta aclarándole que los periodistas no quieren que le vaya mal al país, escondiendo que de lo que estamos hablando acá es de los dueños de los medios, no de los trabajadores. Pero bue... 
"No les crea a aquellos que le dicen que la prensa es la fuente de todos sus males. Y desconfíe de los intelectuales que analizan día y noche a la prensa pero que jamás se quedaron al cierre de trasnoche en un diario o que jamás madrugaron para cubrir un accidente. No saben de lo que hablan. Demasiado Chomsky, demasiado Mc Luhan y poco laburo. Desconfíe", simplifica el empleado del Colo (a tal punto que no sabe ni escribir correctamente McLuhan), especialista en maniobras legitimadoras de la última intentona devaluatoria del peso, corrida que hubiera beneficado a su jefe para que pudiera recuperar algo de la guita que puso en la fallida campaña electoral.
Un buen ejercicio para ver la neutralidad de los medios es mirar hoy las tapas de Clarín y La Nación. O las de El Cronista hablando de su dueño. O en definitiva este mimo que le hace Clarín al Colorado, para retenerlo como aliado ante la embestida de sus otros dos socios.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Muy bueno el post.

Sergio Villone dijo...

Muchas gracias, Daniel! Feliz año nuevo para vos!

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