lunes, 30 de enero de 2012

Leuco y Fontevecchia atacan a Barone por Cabezas

Leuco: "Yo supe muy temprano quien era Yabrán. Un periodista que trabajaba conmigo en el diario El Cronista y que hoy está en Clarín fue el primero en fotografiar su mansión custodiada como un cuartel militar. Y después padeció en carne propia las consecuencias. Invadieron su departamento, lo revolvieron todo y le dejaron amenazas sin robarle ni una moneda. Todos entendimos el mensaje. Por eso me indigna tanto que un pigmeo de 6,7 u 8 centímetros haya dicho que el periodismo que hacía José Luis era menor, de poca importancia.
Eso habla de la altura del pigmeo, muestra desde donde mira los acontecimientos. De su cobardía de nene bien acostumbrado a cubrir cócteles y frivolidades. Y también de su impunidad. Cuando Omar Lavieri y otros periodistas le preguntaron a Yabrán que era el poder para él, respondió: impunidad. Exactamente eso es lo que permite que un propagandista del gobierno disfrazado de periodista que cobra cuatro sueldos que pagamos todos los argentinos, provoque de esa manera. Es tanto el entrenamiento para tergiversar la historia y reinventar un relato que se van de boca.
Tienen incontinencia oral. Son capaces de todo. De ofender la memoria y mancillar el honor de quien no puede ni defenderse porque esta muerto. O mejor dicho, porque fue asesinado, precisamente por honrar este oficio que tanto odian los que chupan las medias oficiales. Porque con su picardía de Avellaneda y su Nikon de Japón, Cabezas, pudo burlar dos veces el cerco que rodeaba al delincuente mas poderoso, que además, quería ser invisible".
Fontevecchia: "Cabezas no fue asesinado tomando la fotografía, sino en represalia varios días después. Tampoco la tomó entrometiéndose en un enclave mafioso: lo hizo en un lugar tan público como una playa llena de turistas.
Respecto del sueldo modesto al que se refiere el columnista de 6, 7, 8, Editorial Perfil se enorgullece de responder que, a pesar de los treinta juicios que le iniciaron Menem y sus allegados, de la crisis de 2002 y de ser castigada por el kirchnerismo siendo la única empresa sin publicidad oficial desde el año 2003 a la fecha, el sueldo de José Luis Cabezas, como si siguiera trabajando, lo cobran todos los meses sus hijos desde hace quince años.
Sólo el encono de ciertos defensores del Gobierno con Editorial Perfil explica que se utilicen argumentos tan tristes para agredirnos".

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