miércoles, 4 de enero de 2012

¡Que La Nación mejore el plantel de analistas ya!

Mientras en la tele se repiten las tomas y los titulares referentes a la operación de CFK, está bueno rescatar esta "columna" de Dinatale en La Nación (que hoy cumple 142 años. ¡Felicitaciones! A pesar de afirmar que vive su peor momento... Por ahí se escapa un "canalla" contra el gobierno K) para analizar por qué en medios de esta envergadura empresarial escriben tipos que pueden tranquilamente caer en los siguientes sinsentidos sin ruborizarse:
* Le parece merecedor de mención que el vice esté alineado con la Presienta. Le parece tan mal este comportamiento que lo deslegitima adjetivándolo: "Serán 20 días de manejo presidencial por parte de un dirigente que está alineado automática y ciegamente al kirchnerismo".
* Un chiste puede ser resignificado como una velada amenaza: "No bastaron las palabras de velada amenaza que hizo Cristina Kirchner la semana pasada ("Cuidado con lo que hace") o los pedidos de ayuda que emitió la jefa del Estado para el vicepresidente".
* Ante esto, CFK no tuvo otra que dejarlo como presidente ya que tiene cáncer y debe ser operada. No sirve a los objetivos de la "columna" consignar que así lo determina la Constitución Nacional: "Fuentes de la Casa Rosada comentaban la semana pasada que la decisión de dejar a Boudou al frente del Poder Ejecutivo no fue fácil para la Presidenta aunque forzada por su salud".
* Este reemplazo, en verdad, lo hace CFK para no verse desgastada en su imagen por las medidas impopulares que en estos 20 días va a tomar el gobierno nacional. No es porque tenía que internarse: "A Boudou le tocará la parte menos popular y simpática del segundo mandato de Cristina Kirchner. Deberá enfrentar los nuevos anuncios de quita de subsidios, corregir los excesos de gastos provinciales y hacer ajustes en algunos sectores de la salud y el sector financiero. Está claro que Cristina Kirchner no quería correr con este costo político".
En serio: ¿no hay otras plumas, otras ideas, otro nivel de análisis, no hay menos obviedad?
Aunque Dinatale no desentona ante un Rosendo forzado por su Embajada para escribirse algo con respecto a la loca teoría chavista sobre el cáncer de los mandatarios latinoamericanos, u Oppenheimer respondiendo a esos mismos intereses tratando de dividir a América Latina por enésima vez.
Mientras buscamos las razones de tan poca calidad analítica (una ya la tenemos hace rato, ¿no?: la obligación de ceñir la observación a razones extraperiodísticas), Roa, en lo de su cómplice, también la emprende contra Boudou, con un veneno propio sólo de un secuaz más enojado por las desgracias de sus patrones que preocupado por su credibilidad profesional.

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