martes, 5 de junio de 2012

Graiver, en Clarín y Tiempo

Clarín, implicado en la historia que relata, se refugia en las declaraciones del empresario a la prensa: "Isidoro Graiver, hermano del banquero David Graiver, reiteró ayer que no “no recibimos absolutamente ninguna amenaza para vender Papel Prensa a Clarín, La Nación y La Razón. Ninguna amenaza de ningún tipo”. Lo hizo al salir de la audiencia testimonial en la causa en la que la Justicia Federal de La Plata investiga las detenciones ilegales durante la dictadura dentro del denominado Circuito Camps.
Como lo había hecho en 2010 ante el juez platense Arnaldo Corazza, en la causa sobre la adquisición de la papelera, Graiver dijo ayer a la prensa que la compra de las acciones de la papelera por los diarios había sido acordada con los mismos. Al mismo tiempo, desmintió la versión que Lidia Papaleo pretendió instalar a partir del año 2010, respecto de las supuestas amenazas que dijo sufrir al momento de realizarse la operación comercial.
Isidoro Graiver -quien el 2 de noviembre de 1976 fue uno de los que estuvo presente en la firma de la venta de la papelera- sostuvo ayer: “Yo no presencié amenazas de ningún tipo. No las recibí, ni nunca tuve un comentario por parte de Lidia ni de nadie”. Llamativamente, durante la audiencia que tuvo lugar en La Plata, Graiver no fue consultado ni por el Tribunal ni por las partes sobre Papel Prensa".
Tiempo cita las declaraciones de Graiver en la Justicia: "Ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Isidoro Graiver relató durante más de una hora y media su paso por el centro clandestino de detención Puesto Vasco, donde fue torturado. En ese marco destacó que con su familia eran “muy atractivos como víctimas” para la dictadura por el patrimonio que poseía el grupo, entre las que señaló a Papel Prensa. En una nueva audiencia del juicio por el Circuito Camps el testigo ratificó que su cuñada Lidia Papaleo, quien la semana pasada ratificó la entrega de la empresa bajo amenazas durante la dictadura cívico- militar, era quien había quedado a cargo de la conducción del grupo tras la muerte de su hermano David Graiver, y contó que estando en cautiverio ambos fueron interrogados por el jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps.
Sin embargo, tras la audiencia, ratificó la solicitada que publicó en agosto de 2010 y señaló, en contradicción con sus propias palabras a Tiempo Argentino y a su ex cuñada, que no recibieron “absolutamente ninguna amenaza para vender a Clarín, La Nación y La Razón ni a ninguna otra empresa”. Reconoció sin embargo que “sí quisieron despojarnos a través de otra maniobra legal”".
El otro comprometido por esta causa, La Nación, publica una crónica espejo de la de su socio, Clarín.

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