sábado, 11 de agosto de 2012

Los intelectuales del Relato del relato

Por ahí fallan, y en eso de criticar desde el desconocimiento o bien la superficialidad de la queja teflonera meten todo en la misma bolsa, hasta lo que no se debería por el bien de su discurso de la realidad siempre presentada como caótica y corrupta -por acción del agente K-.
Guy Sorman: "Democracia y libre mercado son los dos fundamentos no sólo del desarrollo económico, sino también de la justicia social. Sin embargo, la Argentina es el último país donde todavía no hay consenso sobre esa cuestión. Brasil, Chile, Perú, Ecuador, todos están de acuerdo en que se necesita democracia, libre mercado, justicia y medios independientes, un banco central independiente, moneda estable, derechos humanos, justicia social. El factor clave del desarrollo económico es lo que llamamos el Estado de Derecho. En eso, la Argentina es como el museo de un debate que ya desapareció".
Por ahí se reiteran hasta el cansancio con eso de no querer comprometerse, de querer presentarse como más allá del bien y el mal, como si eso les confiriera una alta dosis de credibilidad. Sin embargo, si uno se pone a analizar, siempre hablan a favor de una de las partes; justo, su empleadora. Y repiten la idea famosa de su estrella-showman-guía espiritual, a quien hay que apuntalar en su lucha por el rating del domingo a la noche.
Adrián Suar: "Trabajo hace diecisiete años en el Grupo Clarín, obvio que me afecta lo que está pasando, como creo que afecta a toda la sociedad argentina, que ya está un poco podrida con el tema. Igual siempre he dicho que no es lo mismo una empresa privada que el Estado. Hay que tener cuidado con estas cosas, el Estado tiene otro tipo de responsabilidades que los privados. También siento que el Gobierno ha aprovechado muy bien que la oposición casi no existe y ha puesto el foco en otro lado. Desde el punto de vista estratégico fue una movida inteligente y buena parte de la sociedad argentina la compró. Es llamativo, pero es así: muchos se están comiendo el amago. Y la relación de fuerzas es 150 a 1, al menos eso me parece a mí.
Hay un clima de enfrentamiento en toda la sociedad que no promueve la reflexión. Yo no estoy de acuerdo con muchas políticas del kirchnerismo, pero quiero que le vaya bien al Gobierno porque vivo acá. Pero no quiero discutir con gente que piensa que me estoy perdiendo una verdad, que cree que porque no pienso igual que ellos soy un reaccionario, un tipo de derecha. Eso me violenta, me parece una manipulación casi fascista. Ojalá que les vaya bien, pero déjenme que piense yo, que tengo la capacidad de reconocer lo que hacen bien y de señalar lo que me parece mal. Hace quince años que hago terapia y tengo capacidad de reflexión, no me gusta que me empujen como si fuera ganado para que piense algo y si no, tener que bancarme un informe televisivo editado para joderme, vinculándome con la dictadura y los desaparecidos. Hay que pisar un poco el freno, tratar de que la sociedad argentina sea un poco más adulta".
Muchas veces no registran señales del entorno que le hablan de su propio discurso autoinflingido, pero siguen soñando de que las urnas son las equivocadas, no su pasión por llevar al país al lugar del cual nunca debió salir, aunque no se sepa bien dónde queda eso.
Miguel del Sel: "Hay que recuperar valores porque hay una decadencia moral en el país. Hay que rescatar el trabajo, el estudio en los chicos. Y si un día la gente no nos vota, daremos un paso al costado y me volveré a mi casa, aplaudiendo al que gane.
Tengo el miedo que tiene cualquier ciudadano porque desde el gobierno nacional han impuesto el miedo".

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