Esta participación irritó a muchas personas que expresaron su descontento a través de las redes sociales, ya que existen muchos comentarios sobre que habría sido una propaganda a favor de Estados Unidos y en contra de Medio Oriente.
Por otra parte, el papel que cumplió Canadá al dar refugio a los diplomáticos y asegurar su salida de Irán es notoriamente minimizado en el film, que da casi todo el crédito de la misión de rescate a Hollywood y al agente de la CIA. El ex-embajador Taylor, ahora de 77 años, dejó clara su visión sobre la precisión histórica de “Argo”: “"La película es divertida, emocionante”, dijo al diario Toronto Star. “Pero miren, Canadá no estuvo ahí sentada viendo lo que pasaba. La CIA fue su socio minoritario",” observó.
Ayer el Departamento de Estado de los Estados Unidos aplaudió el Oscar para “Argo”. “Creo que todos se emocionaron al ver que ganaba”, dijo el viceportavoz del organismo Patrick Ventrell, y reconoció que aunque algunos de los eventos retratados fueron tratados con un amplio grado de libertad artística, el Departamento de Estado permitió al equipo de Affleck filmar algunas de las escenas en su edificio principal en Washington. “Hemos colaborado con ellos en algunos de los aspectos de producción como filmar dentro de este edificio”, dijo Ventrell.
En tanto, el nuevo Secretario de Estado, John Kerry, mandó un tuit el domingo antes de la gala deseándole “Buena suerte @BenAffleck y #Argo” y agregó “"qué agradable ver a @StateDept y nuestro servicio exterior en la gran pantalla""”.
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"Fueron unos premios Oscar teñidos de política. No sólo las principales películas nominadas - Argo , Lincoln , La noche más oscura - miraron a Washington. La aparición de la primera dama no hizo más que fortalecer el vínculo de los Obama con Hollywood, que quedó al descubierto como nunca antes. Para muchos, fue una clara devolución de favores.
El año pasado, George Clooney, uno de los productores de Argo, fue una de las figuras de Hollywood que trabajó para recaudar fondos para Obama.
"Ahora, la primera dama se siente con derecho, con personal militar como accesorios, a entrometerse en otras formas de entretenimiento, esta vez en beneficio de los famosos de Hollywood, que tan generosamente pagaron por la elección de su marido", escribió Jennifer Rubin, comentarista conservadora de The Washington Post".
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"Luego de recibir el galardón como Mejor Película en los Oscar, “Argo”, dirigida por Ben Affleck, fue criticada fuertemente por el gobierno iraní, quien la consideró carente de valor.
El ministro de Cultura y Orientación Islámica de Irán, Mohammad Hosseini, expresó a la agencia de prensa nacional Press TV, que la película de Affleck “es anti-iraní”.
“No esperábamos que los enemigos de Irán hicieran nada bueno. Ganó el Oscar gracias a una gran inversión y extensa propaganda”, declaró Hosseini.
Asimismo, las críticas en Irán aumentaron cuando la primera dama de EE UU, Michelle Obama, anunciara la categoría a Mejor Película, generando así gran revuelo.
“Aumenta la especulación de que premiar este película tenía un motivo político”, según la televisión estatal iraní".
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"Con un índice de popularidad superior -hasta en veinte puntos-, al de su marido, Michelle Obama ha ido adquiriendo con el paso del tiempo un papel cada vez más relevante en la vida pública estadounidense. Atrás queda la imagen de 2008, cuando las voces más críticas la definían como una mujer enfadada, amargada y militante, y que crispó en más de una ocasión los ánimos de la recién estrenada inquilina de la Casa Blanca. Si hay algo que define a la señora de Obama es su arrolladora personalidad, su pasión por la moda y un estilo personal que la ha marcado como icono en EE UU y en el arma poderosa de la reelección de su marido. El discurso emotivo y contundente que pronunció en la Convención Nacional Demócrata de Charlotte, en septiembre, alimentó el deseo de muchos de ver en ella a una futura candidata a la Presidencia".
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