domingo, 21 de abril de 2013

Columnas del país, luego del #18A

Luis Novaresio (La Capital, Santa Fe): "Hoy podría comenzar la consagración del completo estanque de la causa de lavado de dinero. No se espera que Jorge Lanata pueda esgrimir otra prueba distinta a la que hace 8 años Elisa Carrió llevó a los estrados del juez Ercolini acusando a Lázaro Báez. Y eso no prosperó. Los dos fantoches que se arrepintieron de su arrepentimiento fueron convenientemente instruidos en sus declaraciones dejando en offside a quien se creyó el nuevo fiscal de la República porque es aplaudido por las calles porteñas. Lanata tiene el mérito de haber puesto en debate un delito que, de verdad, existe y jamás se investigó. La duda es si cuenta con pruebas de rigor periodístico como para que tamaño ruido no sepulte la oportunidad de investigación judicial. Párrafo aparte merece su convicción de ser el padre de la ética periodística argentina. Los valores son huérfanos de custodios iluminados que a la postre devienen siempre en autoritarios o egocéntricos. Sólo tributan en la conciencia de cada uno y en el respeto del público".
Rodolfo Cavagnaro (Los Andes, Mendoza): "El imán con el que el populismo atrae a las personas es la plata. Pero la plata nominal, es decir, lo que los billetes dicen que valen y no lo que realmente valen. Todos los gobiernos populistas ponen el acento en repartir plata en forma directa (con subsidios, aumentos salariales desmedidos y otras medidas que ponen plata a las personas en el bolsillo).
Hagan lo que hagan, el romance del populismo kirchnerista con el pueblo se ha roto, porque la caja está vacía y están fabricando plata sin respaldo. Todos los populismos empiezan igual y casi todos terminan igual. Es hora de que aprendamos de la historia".
Hugo Grimaldi (La Gaceta, Tucumán): "Con sus silencios y sobre todo con sus ninguneos hacia la otra parte de la sociedad, usando argumentos que quedan flagrantemente expuestos como una venta de "gato por liebre" (motivos de los cambios en la Justicia, Ley de Medios, inflación, bondades del modelo, etcétera) progresivamente la Presidenta misma le ha ido quitando mística a su propia tropa, a la que termina mandando al muere dialéctico.
Es innegable que el país está irremediablemente dividido y que la Presidenta es aún la única báscula política que existe, pero esa responsabilidad o la necesidad de mostrarse como la más "terca" de los tercos le está jugando en contra en materia de imagen y eventualmente de caudal de votos".
Gabriel Profiti (El Liberal, Santiago del Estero): "El dato saliente fue que la oposición se animó a participar. Ese dato le alcanzó al Gobierno para rotular de opositora a la marcha, pero en ese afán de deslegitimar la convocatoria terminó dándole discursivamente una recompensa a un arco antikirchnerista que no tiene capacidad de movilización ni líder".
Carlos Leyba (Época, Corrientes): "No se trata de suponer que una marcha, cuya motivación principal es la protesta, pueda generar políticas. La protesta no tiene el carácter de una propuesta. Y no tiene un signo positivo, al menos en el sentido de obtener o reclamar más de algo. La protesta, en realidad, reclama menos de algo. Toda protesta está vinculada con la demanda de freno. No es por mas. Es por menos".
Jorge Barroetaveña (El Día, Entre Ríos): "Hoy, más del 50% de la sociedad argentina es o se considera a sí misma clase media. Y ese mérito, en los últimos 10 años le corresponde al gobierno. ¿Qué sentido tiene entonces enemistarse con una parte de la sociedad que, no sólo ha sido el motor de la economía en los últimos años, sino que ha demostrado su apoyo al ‘modelo’ en los momentos cruciales, cuando el poder en serio estaba en juego?
¿Tiene sentido marcar una línea entre los réprobos y militantes, justo ahora que las papas queman?". 
Mauricio Maronna (La Capital, Santa Fe): "La trilogía de las multitudinarias movilizaciones contra las políticas del gobierno (13S, 8N y 18A) obliga a una pregunta obligada: ¿y ahora qué? La respuesta debería venir del lado de la oposición.
Las elecciones no se ganan en el Monumento a la Bandera, en el Obelisco o en Callao y Santa Fe. Las elecciones se ganan en las urnas con proyectos alternativos y con vocación de poder. Y eso es lo que hoy carece la constelación de dirigentes antikirchneristas. Están a tiempo de enderezar la nave, pero ese tiempo no es mucho.
Debe decirse que la metodología de la movilización casi permanente va mostrando señales de agotamiento. Muchos —muchísimos— de los manifestantes que se dieron cita en el Monumento a la Bandera se permitían por un momento dejar de lado los reproches hacia la presidenta de la Nación y los dirigentes más icónicos del oficialismo para ensayar las dudas en forma de interrogante: “¿Y ahora qué?”".
Mariano Spezzapria (El Día, La Plata): "Algunos kirchneristas ya admiten, por lo bajo, el error conceptual que encierra la “democratización” de la Justicia, porque le abrió a la oposición un escenario que le estaba totalmente vedado: la articulación política con sectores de la sociedad que son críticos del Gobierno pero que también desconfían de sus adversarios, por considerarlos mezquinos e incapaces de unirse para plantear una alternativa de poder".
Emilio Marín (La Arena, La Pampa): "Porque bajaron la línea al cacerolazo del jueves, la mayor gloria debería llevárselas el tándem Lanata-Carrió. Uno desde el púlpito levantado por Clarín y la otra desde su banca de catastrofista profesional.
Las crónicas registraron que uno y otra se llevaron las mayores ovaciones en la Plaza de Mayo. El "Gordo" pasó por allí en un auto y fue ovacionado. A la "Gorda" la recibieron como a una estrella. En el think thank (tanque de ideas) de Héctor Magnetto pueden estar analizando la posibilidad de una fórmula presidencial Lanata-Carrió. Quién sabe si no saca más votos que Hermes Binner en octubre de 2011, quien quedó 37 puntos debajo de la ganadora en primera vuelta".
Francisco Seminario (Los Andes, Mendoza): "Para los nostálgicos del “todo tiempo pasado fue mejor” quizás haya llegado la revancha: esta semana que termina posiblemente les haya traído un soplo de nueva vida, con su huracanado viento noventista prácticamente arrasando con algunos bastiones simbólicos del neosetentismo de mocasines gastados inaugurado hace diez años por un Néstor Kirchner rebelde y desaliñado. Un proyecto recortado en blanco y negro contra la mucho más chillona y pretenciosa década menemista.
Pero hete aquí que, como en calesita, en este país todo se va y todo vuelve, una y otra vez y hasta el infinito. En esta Argentina circular, lo único seguro es que el pasado nos espera un poco más adelante.
De modo que, señores y señoras, lectores y lectoras, bienvenidos a este presente tan Puerto Madero que en el giro de los últimos días podría darse en llamar, aunque sólo sea por algunos instantes que fueron como chispazos inquietantes del pasado reciente, neomenemismo kirchnerista. O kirchnerismo noventista. O neomenemismo K, como se prefiera".
La Voz del Interior (Córdoba): "Lo más preocupante de la actitud oficial es el total desparpajo que mostró la Presidenta, quien –mientras se realiza la mayor protesta contra su gobierno– decidió usar la red social Twitter para lanzar más de medio centenar de mensajes ajenos a los reclamos de miles de ciudadanos. Otra vez, decidió no escuchar los pedidos de la gente ni leer los contenidos de sus pancartas. Volvió a encerrarse en sí misma y a decir lo que sólo ella quiere escuchar".
Nacho Rodríguez (Uno, Mendoza): "La cámara oculta (¿oculta?) que mostró el domingo pasado por canal 13 de Buenos Aires el periodista Jorge Lanata puso en evidencia algo: Lanata sigue siendo un excelente productor de televisión y aprovecha los interminables recursos que recibe del grupo Clarín para contratar periodistas y productores que garanticen el trabajo que él nunca chequeará en persona.
Lanata defiende al aire las pruebas y fuentes que le proveen sus colaboradores pero más de una vez le han vendido lo que en periodismo se llama ‘pescado podrido’, o sea, material que no tiene la contundencia que parece".
El Ancasti (Catamarca): "La soberbia no es buena aliada. La historia enseña que no es luz que ilumine sino chispa que confunde. Recorta la realidad y la magnifica arbitrariamente, según convenga. Ciega la mente para los matices, oculta los caminos, perturba la distinción de los colores, no tiene ojos para la proximidad de los abismos".
La Opinión (Buenos Aires): "Le toca el turno a la oposición para demostrar si los referentes están realmente atentos a las necesidades y pedidos de la gente, tras la masiva movilización popular en todo el país.
Diversos dirigentes políticos opositores reconocieron que es difícil que los sectores antikirchneristas puedan armar un frente único para enfrentar electoralmente al gobierno de Cristina Kirchner.
No es probable, de acuerdo con los dichos de los máximos dirigentes opositores, que haya un solo frente anti K pero sí lo es que el esfuerzo lleve a dos grandes acuerdos, uno entre Macri y sectores afines y otro entre socialistas y radicales.
No es lo que pide la sociedad, pero será, en todo caso, un paso adelante".
El Tribuno (Salta): "La movilización puede ser interpretada de muchas maneras y los dirigentes, en público, lo harán de acuerdo a su conveniencia. Es aberrante, en este punto, la propuesta de Elisa Carrió de impedir que esta semana sesione el Congreso para sancionar la reforma judicial. De nada vale el oportunismo.
Ningún dirigente argentino se encuentra hoy en condiciones de capitalizar ese descontento. Ningún gobierno debería dormirse en los laureles".

1 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

En todo este revoleo de plumas considero muy floja la actuacion de los medios oficialitas al darle entidad a esta basura

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