Clarín y La Nación creen que el kirchnerismo está derrotado. Y que ahora la Oposición tiene que confirmarlo en las urnas

Sabsay: "La Corte ha demostrado estar a la altura de las circunstancias, al impedir que se pusiera en marcha una reforma que llevaba irremediablemente a la destrucción del sistema democrático. Ello, en tanto, ponía a la Justicia en manos del oficialismo de turno y pulverizaba los controles entre los órganos de gobierno que hacen a la esencia del principio de separación de poderes. He acá el valor del control de constitucionalidad como instrumento excepcional, pero firme dique de contención contra toda aventura autoritaria susceptible de reformar la Constitución de manera irregular, en contra de nuestro régimen democrático de gobierno".
Van der Kooy: "“La Justicia ha puesto un límite. Ahora le toca a la política”, sintetizó uno de los jueces, mirando el horizonte muy cercano de agosto y de octubre".
Morales Solá: "La derrota es inmensa en términos políticos, porque la Presidenta pasó gran parte de este año elogiando reformas que han muerto antes de nacer.
La Corte subrayó que "prevalecerían grandes oscilaciones políticas" y que para la Justicia importaría en adelante más el poder o la debilidad de los gobernantes que cualquier otro argumento. Una advertencia sutil sobre el futuro de los poderosos actuales".
Roa: "Ni los argumentos calcados de Alak y compañía ni los tuits agresivos de Cristina ni los escraches pueden ocultar el fracaso y el golpe que para el Gobierno significa la sentencia de la Corte".
Editorial de La Nación: "La enfermedad de un régimen enceguecido en su afán totalitario puede calibrarse en toda su gravedad cuando los ministros de la Corte se ven obligados a impartirle al Ejecutivo una lección elemental sobre la división de poderes"-