sábado, 8 de junio de 2013

Estados Unidos quiere imponer al mundo su nueva normalidad

Con Bush Jr., fue la de asesinar a cualquiera en el planeta sin causa alguna, "preventivamente" (los drones son la sofisticación de esta doctrina).
Ahora, con el Premio Nobel de la Paz, espiar al resto del planeta, como hace masivamente con sus ciudadanos a partir del Acta Patriota.
Es la etapa de sinceramiento que precede a un nuevo ataque.
El País se esmera por tratar de moderar las obvias reacciones de rechazo: "Acorralado por practicar como presidente lo que criticó como candidato, Barack Obama defendió este jueves los dos programas de masiva vigilancia de las comunicaciones que el público acaba de conocer y aseguró que no se escuchan las conversaciones de los ciudadanos y que sólo se afecta mínimamente a la privacidad de algunos, un precio que, según él, vale la pena pagar para mantener a la nación a salvo del terrorismo.
“No se puede tener un 100% de seguridad y un 100% de privacidad. Hay que hacer concesiones y estas pequeñas concesiones nos ayudan a prevenir ataques terroristas”, dijo.
Uno de los programas, el del registro de las llamadas que se efectúan –que se sepa, desde la compañía Verizon- dentro de EE UU y desde aquí con el extranjero entró en vigor en 2006. El otro, llamado Prism, que supone la recolección de datos enviados por Internet –correos electrónicos, chats, fotos, vídeos, tarjetas de crédito- únicamente por extranjeros que residen fuera de EE UU, fue puesto en marcha en 2008.
Todavía son dudosas las repercusiones políticas que todo esto puede tener para Obama. Por un lado, no se puede descartar que la mayoría de la población comprenda las razones del Gobierno y no sienta recelo a entregar una porción de su privacidad. Por otra parte, dada la unanimidad que el Congreso ha manifestado hasta ahora sobre este asunto, no es previsible que surjan muchas voces pidiendo dimisiones y represalias. Los dos programas de vigilancia parecen legales y consensuados".
Público recuerda que "el diario británico The Guardian informó esta semana de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) recogen todos los días registros de llamadas de millones de clientes de la operadoras de telefonía, en virtud de una orden judicial secreta.
Además, el jueves se conoció que también se recaban datos de los servidores de las grandes empresas estadounidenses de internet, entre ellas Microsoft, Yahoo, Facebook, Skype o Apple, sobre comunicaciones en el extranjero".
Página 12 brinda más detalles: "Los agentes de inteligencia de EE.UU. no sólo tienen acceso a los registros de llamadas de Verizon, sino también a los de las otras dos mayores compañías telefónicas del país, AT&T y Sprint, y a información de proveedores de tarjetas de crédito, informó ayer el diario The Wall Street Journal. El periódico, que cita fuentes cercanas a las operaciones de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE.UU., asegura que esa división tiene acuerdos con AT&T y Sprint similares al de Verizon, revelado esta semana por el periódico británico The Guardian.
El acuerdo con las tres mayores operadoras de teléfono del país afecta a “la mayoría de los estadounidenses” e implica que “cada vez que hacen una llamada, la NSA consigue un registro de la localización, el número contactado, la hora de la llamada y la duración de la conversación”, señala el rotativo. AT&T es la mayor compañía telefónica del país, con 107,3 millones de clientes de móvil y 31,2 millones a los que proporciona líneas de teléfono fijas; mientras que Verizon tiene 98,9 millones de clientes de móvil y 22,2 de fijo. Sprint, por su parte, tiene 55 millones de clientes en total, según datos oficiales citados por el diario.
“Se trata de un programa en el que un número no especificado de gente inocente es puesta bajo el control permanente de agentes del gobierno”, dijo Jameel Jaffer, subdirector legal de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU). “Esto trasciende lo orwelliano y es otra prueba de hasta qué punto los derechos democráticos fundamentales son secretamente sometidos a las exigencias de agencias de inteligencia sin control”, agregó".
La Jornada advierte: "Julian Assange, fundador del portal Wikileaks, aseguró que la fuente que proporcionó las informaciones sobre el programa de espionaje podría acabar en la misma situación que Bradley Manning, quien está siendo juzgado por haber filtrado miles de documentos secretos".

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