En su columna de hoy, se da el lujo de medirlos moralmente: "Compartiendo PERFIL parte de un espacio técnico periodístico similar,
me costaba no sentirme incómodo al ver al diario La Nación defendiendo
la empresa pública y condenando la inversión privada, o por su
sobreactuada preocupación por los derechos humanos durante la última
dictadura. Mucho menos grave porque siempre fue oportunista, resultaba
hasta gracioso ver a Clarín haciendo notar la afectación de los derechos
de los mapuches en Vaca Muerta".
Luego tiene tiempo de atender a Alberto F, Massita y Gaby Michetti.
Para completar el cínico cuadro, podríamos nombrar estas dos editoriales de Bartolo, relacionadas con su gran karma: los impuestos.
En la primera, se enoja porque en Bolivia le quieren cobrar una deuda impositiva a una empresa periodística (¿no existen las cautelares de 10 años en el vecino país?).
En la segunda, de hoy, se opone a gravar la renta financiera. A cambio, propone volver al ajuste ("recorte del gasto público").
En la otra de hoy, sigue incentivando la juntada de fiscales para su escuálida Oposición. Vieron que el kirchnerismo va a ser fraude, ¿no? Claro.
Mientras tanto, el procesado García bolude* a dos manos...
sábado, 20 de julio de 2013
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