miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿No era que con Irán no se debía negociar nada porque era sinónimo de pactar con lo peor del mundo, y nos mostraba como una nación que acordaba con el terrorismo internacional, con un régimen despreciable, y que así nos aislábamos del mundo, porque ningún país serio nunca jamás se sentaría a negociar con una dictadura como esa, que además acá es apoyado por D'Elía y ya saben ustedes quién es D'Elía y bueno...?

Bueno, no.
Leemos a la vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos que como changa escribe y hace de corresponsal en Washington para Clarín: "El presidente Barack Obama y su colega iraní, Hassan Rohani, se mostraron dispuestos a entablar una nueva relación bilateral entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán después de más de 30 años de enfrentamiento. Es difícil saber si lo lograrán. Pero si ambos mandatarios tienen éxito sería, sin duda, el inicio de una era de détente en Oriente Medio".
Sin embargo, Di Natale, en La Nación, aguanta contra viento y marea mundiales los trapos cacerolos y opositores a todo: "¿Si un año después del anuncio del acuerdo con Irán Cristina Kirchner no logró aún poner en marcha el memorándum qué garantía tendrá ahora la Argentina de que el presidente iraní terminará aprobando una letra que compromete a ciudadanos de su país incluidos dos ex funcionarios? Después de todo, Rohani heredó un pacto diplomático con la Argentina cuyo alcance desconocía al llegar al poder y nadie sabe si lo avalaba. De hecho, la Presidenta aún no lo sabe y ayer lo admitió en la ONU".

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