Ya comentamos la opereta contra Estela de Carlotto, que incluyó un pedido de Leuco Metralleta de formar nuevos organismos de Derechos Humanos, porque según él, la Madres y las Abuelas son K, facciosas ("una inquisición laica", según Pagni).
La designación de Milani muestra a un CELS arrastrado por Lanata y a una Hebe que traza la raya, prometiendo un Ejército cercano al Pueblo.
Nora Cortiñas y Pérez Esquivel hablan del regreso de la Obediencia Debida.
Y se suma una editorial de La Nación del martes rasgándose las vestiduras por la integridad de los militares actuales y una columna de hoy del procesado (elogiado por K fácilmente encantables con rumores de café) Pagni, que se atreve a titular con Punto Final y defender a sus patrones ("Cristina Kirchner dio un larguísimo paso atrás. Terminó de convertir a su política de derechos humanos, que por definición debería ser universal, en un arma arrojadiza. Hasta ahora había sido utilizada para demonizar a los críticos. Sobre todo a quienes ejercieran el derecho a opinar desde la prensa. Ernestina Herrera de Noble sigue sometida al acoso judicial por la adopción de sus hijos. Bartolomé Mitre y Héctor Magnetto son vilipendiados por la adquisición de Papel Prensa. A muchos periodistas independientes se les señala como un estigma el hecho de haber ejercido la profesión durante el gobierno militar").
¿No será mucho, Capillof?
¿Cómo va la Liga de Gobernadores administrando el país?
Ayer, un amigo preocupado por la falta de sucesión y por el desmadre oficial inquería: "¿Para esto fue tanta lucha?".
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