El saqueo de Córdoba, los nuevos sheriffs y los negros de mierda

"La fragilidad del tejido social se mostró en su cara más feroz. Saqueos y vecinos sheriff que linchaban a todo aquel que pareciera sospechoso.
La corporación policial se fortaleció. Extorsionó a toda la ciudadanía, la peor extorsión desde el levantamiento carapintada: "Nosotros o el caos".
Brotó el peor racismo y fascismo de una sociedad que se sintió (con razón) a la deriva".
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"Algunos grupos motorizados y coordinados tumbaron en dos horas el orden público que tanto defienden los gobiernos capitalistas. La situación de los saqueos –de centenares de supermercados, tiendas de ropa, locales y localcitos– dio lugar a la noticia más relevante, no sólo lo robado, las pérdidas, ni los peligrosos enfrentamientos entre pobres, sino la reacción social, progresiva y en aumento, contra el caos que reinó en la ciudad.
Esta reacción lógicamente tuvo como objeto individualizar a los saqueadores, atacarlos y defender los negocios. Miles de personas armaron barricadas, persiguieron motos y autos, linchando cada vez que pudieron a los que efectuaban saqueos. Al grito de fuera negros de mierda, los pequeños y medianos comerciantes corrían a punta de palos, escopetas y pistolas a las motos que iban y venían en todos los barrios de Córdoba.
A la par de las medidas que tomaban por su cuenta los dueños de los comercios, se instaló un reclamo común: que las fuerzas represivas vuelvan a ocupar su lugar, abandonado por un acuartelamiento que sostiene la Policía de la Provincia de Córdoba desde la mañana del martes, en el marco de un reclamo salarial".
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"Si yo viviera en la villa de acá a 5 cuadras, con calor, con mi marido enredado en el negocio narco (Negocio multimillonario impulsado por gente que NO vive en la villa) con mi hijo asediado por negro, por burro, y abusado como yo, como mi vecina, como mi marido, que además de lo abusado que es él, también nos abusa en su anestesia continua. (Porque los pobres necesitamos anestesiarnos continuamente, igual que aquellos que tienen educación) Si yo hubiera estado anoche, en la villa Bajo Pueyrredón, con calor y hartazgo, ni chupada me levanto a hacerles a los vecinos de la Villa el papelito de “pobre digna” robándome un paquete de arroz. Me llevo teles, me llevo compus, me llevo cámaras de foto. Pa vender o para sacarme mil fotos y subirlas al face. Y mientras lo hago, la poca educación que dicen que yo tengo por ser de la villa, me dejaría ver, entender (y volverme loca de bronca) que ellos a cuatro cuadras de mi casa opinan del hambre como si esto fuese un cuento de los hermanos Grimm. Y ahí si… prendo fuego un mostrador, escupo y odio.
Todo el sistema, todo el tiempo nos dice lo que tenemos que TENER, y nos pongamos una mano en el corazón, la torta no alcanza pa todos. ¿Por qué no saldría yo a buscar eso que nunca tuve? Sería pobre, no taradada, no me movería por olfato: supermercado, puerta, góndola, fideos. Sabría lo que salen las cosas mejor de lo que lo sé viviendo como vivo.
Bronca y hambre.
Y muchachos… no nos han educado a nosotros para tratar de medir el hambre del otro, nos han educado para comprender. Cuidado, y me lo decía yo, anoche, mientras escuchaba los tiros, y me perra que es enorme se me metía entre las piernas como un caniche, y mi marido cruzaba la heladera contra la puerta de calle. CUIDADO, Un burgués (Yo y mil veces yo) asustado es lo más peligroso del mundo".
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"Hoy se notó mucho lo que nos falta madurar como ciudadanos. Todo lo peor de la gente se vio hoy, sobre todo en las redes sociales y en los medios. El problema parece momentáneamente solucionado pero en Córdoba sigue habiendo detenciones arbitrarias, torturas y ni hablar de prejuicios y estigmatizaciones. También macartismo. Creo que acusar a los que saquearon de delincuentes va a devenir en más detenciones arbitrarias, y también creo que los saqueos fueron organizados (ojalá detengan a los organizadores)".
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"Los que depositaron gringos y blanquitas en las urnas recibirán levantamientos policiales y golpizas por merodeo, al resto gracias por aguantarse tremendo sapo".
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"Mis queridos contertulios, están saqueando los ríos, los montes, los lagos, los campos, las casas de los campesinos, y los guardines de los ríos, de los montes, de las sierras, de los lagos, de los campos, de las casas de los campesinos, acampan, se manifiestan y son saqueados por los patoteros de la Uocra, por la mano de obra desocupada a la que pagan por saquear.
Desamparo, mis queridos, estamos desamparados, estamos a merced de los saqueadores; de los grandes y de los pequeños saqueadores, en esta Córdoba, en esta Argentina, en este Mundo saqueado por este progreso infame, falaz, violento, saqueador, inmoral, que podrás ver todos los días en la televisión, mientras te preparás a mirar y te saquean el alma".
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"Volvamos al lenguaje “antiguo” que tal vez tenga algo para decirnos: es preciso trascender la posición de “fracción subordinada de la burguesía” y de “minoría blanca” para ver Córdoba con los ojos bien abiertos. Córdoba es entre otras cosas un cruce explosivo de lógicas de exclusión que dejaron en la desigualdad abisal, “gritante” y congelada, un “pueblo” entero. No reivindico el saqueo, no lo miro románticamente. Tampoco creo que sea sólo espontáneo, pero entiendo el carácter masivo del horror que emerge para todos lados cuando uno de los principales reaseguros de ese orden era la presencia constante, masiva, pedagógica, correctiva de una policía que desapareció de la ciudad. La córdoba dividida y desigualada a la fuerzan ha mostrado por un segundo la arquitectura y el dolor generalmente enmudecidos de su constitución social".
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"Ante la ola de fascismo, la justicia por mano propia, los civiles que reemplazaron a la policía, la estigmatización reproducida en cada esquina a cara descubierta, el tener o no una moto para que te caguen a patadas hasta que solo pueda suplicar clemencia, ante la Córdoba tan linda pero tan ahogada en confusión y desconcierto, ante tanto imbeciles aprovechando la tragedia, sólo pido que te vayas De la Sota, te vayas para siempre, ya nos destruiste demasiado".
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