sábado, 5 de julio de 2014

Recrudece el enfrentamiento entre Lanata y Zloto

Ahora, por las mentiras de Jorge sobre la deuda "pública" argentina.
Luego de que la estrella del cacerolismo fraguara las cifras de la deuda externa más la interna de nuestro país en uno de sus típicos informes falaces de PPT, Zloto escribió en la revista Veintitrés la semana pasada: "Los últimos datos oficiales muestran que la deuda pública nacional ascendía al tercer trimestre del año pasado a 201.000 millones de dólares. Pero para analizar la solvencia externa del país es imprescindible tener en cuenta que más de la mitad de ese monto es deuda intra sector público (por ejemplo, deuda del Tesoro con el Banco Central o con la ANSeS), que son pasivos que se pueden refinanciar con sólo decisión política.
Con lo cual, la deuda en divisas con acreedores privados y organismos multilaterales de crédito llegaba a 79.324 millones de dólares, equivalentes al 17,9 por ciento del Producto Bruto Interno; esa relación era del 136 por ciento en el año 2003. Hay que tener en cuenta, además, que un tercio de esos 79.324 millones es deuda con organismos multilaterales, que es un pasivo que, a grandes rasgos, se mantiene en esos niveles ya que los vencimientos se cubren con nuevos préstamos. Es decir que la deuda que forzosamente debe ser cancelada al vencimiento orilla los 54.000 millones de dólares.
Es alrededor de una quinta parte de lo que, errada o maliciosamente, planteó Jorge Lanata en su último programa, mostrando una deuda que asustaba por 250.000 millones".
Durante esta semana, Lanata se mordía la lengua por criticar a Zloto en un campo donde su ex compañero es un experto.
Hasta que explotó en la columna en Clarín de hoy sábado: "Todo el kirchnerismo y sus vecinos se sintieron en la obligación de responder al programa de Periodismo para Todos sobre la deuda pública. Hasta desde la agencia oficial Télam se transmitió una columna titulada: ”Por un Nobel en economía para Jorge Lanata”, firmada por el ex inspector de la DGI Ricardo Rotsztein. Incluso Marcelo Zlotogwiazda, en la revista Veintitres, calificó al informe de “errado y malicioso” (es curioso como, quienes pretenden estar “en el medio” en la pelea entre el gobierno y Clarín, siempre terminan ubicados en el mismo lado. Quienes se adjudican el equilibrio del “medio” trabajan para el empresario ultraoficialista Sergio Spolsky, con lo que se ubican en un medio un poco inclinado. Reynaldo Seissietecase sería otro ejemplo). El Gobierno plantea que debe diferenciarse la deuda con organismos públicos de la deuda con acreedores privados y organismos multilaterales de crédito, porque esta última debe cancelarse en dólares y la otra puede cancelarse en pesos. “Son pasivos que se pueden refinanciar con sólo decisión política”, dice Zlotogwiazda. Nadie se imagina en el kirchnerismo al titular del Banco Central iniciando acciones legales para que el Tesoro le devuelva parte de las reservas; lo más parecido fue cuando Martín Redrado se negó a ceder reservas para el uso del Tesoro y fue corrido de su puesto. Así concebido el futuro de la deuda pública, los jubilados cobrarán con bonos con la cara del inspector Rotsztein al año 3025. Para el diccionario, deuda es “toda obligación que alguien tiene que pagar, satisfacer o reintegrar a otro, por lo común dinero”. La deuda pública es alta o baja según la capacidad de pago del país en cuestión. Y esa capacidad de pago depende del monto absoluto de la deuda, del calendario de vencimiento de intereses y capital, del nivel de las reservas, del crédito interno y externo, de los dólares que podrían obtenerse del comercio exterior y de la evolución de las cuentas públicas. Con su inveterada intención de confundir, el kirchnerismo repite, zombie, que la deuda es de apenas el 17,9 % del Producto Bruto Interno (PBI) y se conmueve al recordar que cuando el país entró en default AN (Antes de Néstor) era del 136% . El problema es que el pago o refinanciación de la deuda no depende del tamaño del PBI, sino de los dólares o el crédito para afrontar los vencimientos de intereses o de capital, y hoy la Argentina no tiene ni lo uno ni lo otro para pagar ni siquiera los intereses de la deuda".
Luego la quiere armar a lo Bermúdez y aprieta a Lozano y Prat Gay para que le tiren alguna cita favorable. Al final, recurre al hermano de Altamira, que sigue repitiendo que las reservas son menores a los 28 mil millones de dólares, a pesar de que todos los especialistas y ex presidentes del Banco Central (además de las cifras oficiales) ya le hayan explicado que no es así: "El periodista especializado Ismael Bermúdez detalla el calendario de vencimientos en dólares, que no pueden imprimirse en Ciccone : “De aquí a fin de año hay vencimientos por 10.000 millones, y en 2015 por otros 19.000 millones de dólares. Con préstamos del Banco Central, Banco Nación, ANSeS y organismos internacionales queda un bache de 6.000 millones en lo que resta de 2014 y otros 17.000 millones en 2015. Entre 2016 y 2019 vencen otros 70.000 millones de dólares. Las reservas propias suman unos 20.000 millones, lo que impide seguir apelando a este mecanismo de financiación”".
Hasta en La Voz del Interior, el diario cordobés del Grupo Clarín, desmintieron a Lanata, el martes, sin rodeos: "Quienes plantean que la deuda pública es hoy un gran problema porque es mayor que antes del default están haciendo un análisis equivocado. Para analizar el peso de la deuda pública de un país es conveniente comparar el monto de esa deuda con el tamaño de la economía, ya que los servicios de una deuda creciente serán cada vez más fáciles de pagar en la medida en que la deuda crezca menos que la economía (y que no suban demasiado las tasas de interés)".
El periodista fundamentó su análisis en los siguientes gráficos bastante claros, para terminar afirmando: "Con estos números, en la medida en que el Gobierno evite un default y demandas adicionales de los acreedores con deuda reestructurada, y no se exceda con endeudamiento adicional durante el último año de gestión, no dejará al próximo Gobierno un problema de excesivo endeudamiento".

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