viernes, 7 de noviembre de 2014

El fin de la objetividad: encuadre y política

"Selección, énfasis, omisión y encuadre. Mediante estas estrategias discursivas, las instituciones periodísticas plasman en sus textos una “particular posición política” y un perfil ideológico que las distingue (Eilders, 2000, p. 181). Por ello, incorporar el análisis de los marcos en los que el discurso informativo se produce así como los que genera, supone tomar dimensión del rol fundamental que tales actores tienen en el juego político.
Los medios expresan sus intereses políticos y económicos y pugnan afanosamente por ellos. Pero aun cuando este sea un aspecto clave que se manifiesta en el escenario comunicacional, consideramos central entender que lo que prima es —fue y seguirá siendo— una lucha por el poder simbólico.
Para que los temas destacados por los medios tengan impacto en la agenda política es necesario un alto nivel de “congruencia” entre las coberturas informativas. En la medida en que las corporaciones periodísticas centren la atención en el mismo tema (focusing), lo encuadren en forma similar (consonance) y lo cubran con perseverancia (persistence), habrá más chances de generar efectos significativos sobre la arena política (Eilders, 1997).
A las semejanzas encontradas en la cobertura de los distintos medios, que no solo publican los mismos tópicos sino que les dan un tratamiento similar, se las ha denominado “homogeneidad, consonancia o conformidad” (Bigman, 1948; Donohue & Glasser, 1978; Riffe & Shaw, 1982).
¿Por qué es tan fuerte esta tendencia de los medios a confirmar con otros el juicio periodístico sobre las noticias? Porque tanto la adherencia a los canales rutinarios como la similitud de las historias permiten a los reporteros probarse a sí mismos que conocen la noticia real.
“Consistencia es igual a precisión” (Reese & Danielian, 1989, p. 34)".
Fuente

0 comentarios:

Publicar un comentario