martes, 25 de noviembre de 2014

Lilita y el anti-nietzscherismo

Por David Iud
Integrante de Carta Abierta

Una de las obras de Friedrich Nietzsche, se sabe, es la que el célebre filósofo alemán tituló "El Anticristo". Se sabe, también, que uno de los temas en la obra de Nietzsche es "la muerte de Dios". Nadie ha escrito, hasta acá, que yo sepa, nada sobre "La muerte de Nietzsche" -en el sentido del fin de su filosofía- ni, menos aún, libro alguno al que se le haya puesto por título "El Anti Nietzsche". Sin embargo, Lilita Carrió nos da su palabra en ese sentido.
En "Así Hablaba Zaratustra", Nietzsche tiene una frase: "Di tu palabra y... que los demás se rompan". (Horacio González la recordó, hace dos semanas, en uno de sus discursos en Carta Abierta. Hace días, por ejemplo, Nito Artaza dijo: "Pidámosle a Lilita que se vaya rápido al PRO, así ellos, dentro de quince días, están todos peleados").
Nietszche, en su obra, tiene cuatro ideas centrales. a) el superhombre; b) la muerte de Dios; c) la voluntad de poder; d) el eterno retorno de lo mismo.
Y Lilita se nos presenta como "la Súper Mujer"; tuvo una época pródiga en exhibición de crucifijos de tamaño acorde con sus formas anatómicas, que ahora han desaparecido, como si en ella hubiera "muerto" esa "pasión" por Dios. ¿Será así?
Voluntad de poder, sin duda, tiene; y siempre, siempre, siempre vuelve a lo mismo: la denuncia, crispada; el ataque a quien tiene al lado; la convicción de la catástrofe que viene, o, mejor dicho, que vuelve, y vuelve y vuelve eternamente en su discurso, sin que termine de llegar, nunca.
Pero esas cuatro notas de su identidad, en las que las semejanzas con el legado de Nietzsche son notables, quedan sin embargo teñidas por la nota diferencial y característica de su discurso, y esa nota diferencial es que Lilita dice su palabra y... se rompen los demás. (Nito Artaza dixit). ¡Nunca se rompe ella!
Los argentinos le dimos al mundo varias figuras notables de la ciencia universal, le dimos al mundo un genio militar y una figura revolucionaria -el Che- de vigencia mundial. Le dimos al mundo un Papa, que nos dice que Dios vive, permanentemente. Pero Francisco, negación viva de la obra nietzscheana, no está solo. Él es la afirmación seria de la negación a Nietszche.
Tenemos también la otra versión de la negación; la negación por la pavada, por lo ridículo y por lo bizarro. La de "Di tu palabra y... que los demás se rompan". La de Lilita.

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