lunes, 22 de diciembre de 2014

La banda de "periodistas" del Tata Yofre, hacia el juicio oral por espiar a CFK

El Perro, ayer, con un dato que todavía ha rebotado poco: "El relevo de la cúpula de la Secretaría de Inteligencia es oportuno y necesario pero tardío, y atestigua el fracaso de la política seguida durante demasiados años con esa organización que depende de la presidencia de la Nación y que se ha escapado de su control. Retomarlo es la tarea que la presidente CFK encomendó a Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, flamantes secretario y subsecretario de Inteligencia, quienes con quince relevos en el primer día entraron pisando fuerte. De todos modos, es improbable que vayan a repetir la hemorragia que provocó la Alianza, cuando el millar de especialistas que purgó el banquero Fernando de Santibáñez se volcaron con entusiasmo a la actividad privada. Una de sus consecuencias fue el negocio de las pinchaduras de teléfonos y computadoras y la venta de las interceptaciones, un delito por el cual esta semana el fiscal general de la justicia federal de San Isidro Fernando Domínguez elevó a juicio oral la causa en la que están procesados el ex secretario de Inteligencia Juan Bautista Yofre, el columnista de La Nación Carlos Pagni, el entonces director de Ambito Financiero y actual columnista de Perfil Roberto García, el empresario santiagueño de medios Néstor Ick, el general Daniel Reimundes, los responsables de los portales Seprin y Urgente 24, Héctor Alderete y Edgard Mainhard, entre otros. Yofre como jefe de una asociación ilícita y por el delito de espionaje, con pena de cumplimiento efectivo, los demás como encubridores.
La asociación ilícita habría operado cuanto menos desde agosto de 2006 y hasta junio de 2008, “dedicada a la procuración, búsqueda, sustracción, revelación y comercialización ilegal de datos, archivos e información de orden político, social, militar y económico, que debían permanecer secretos en función de la seguridad, de la defensa y de las relaciones exteriores de la Nación”.
Las casillas de correo que utilizaban sugieren que no son hombres sin sentimientos ni ideas que sólo bailan por la plata: kristalnacht45@gmail.com, rgalland2@gmail.com, oskorzeny43@gmail.com, avanti1922@gmail.com, littorio22@gmail.com.
La noche de los cristales rotos fue el primer pogrom nazi, Adolf Galland fue uno de los más conocidos pilotos de bombardeo nazis, Otto Skorzeny era el comando SS a quien Hitler encomendó en 1943 el rescate de Benito Mussolini; 1922 fue el año de la marcha del fascismo sobre Roma y Littorio el nombre de la división de infantería motorizada que Mussolini envió a combatir durante la guerra civil española.
Esta es para ellos una semana agridulce: al mismo tiempo que avanza la causa que con amenazas y filtraciones consiguieron demorar durante cinco años, es defenestrado el espía a quien responsabilizan por su desdicha, Antonio Horacio Stiuso, quien dejó la secretaría junto con sus jefes formales, Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher.
La situación de cada uno es distinta: Icazuriaga, que no cayó por deslealtad sino por imposibilidad de controlar ese nido de víboras, reemplazaría a Juan Manuel Abal Medina en la embajada ante el Mercosur y la Aladi; Stiuso podría adelantar su jubilación o partir a un destino exterior, en Egipto; Larcher será puesto a dieta de sardinas, en el desierto. Desde allí le parecerá apetecible una mudanza a Nordelta, pero habrá que ver si es bien recibido. Hace un par de meses, Larcher viajó a España con su esposa que debía realizar un tratamiento médico. Durante su ausencia, Icazuriaga llevó varios informes a la residencia de Olivos. La advertencia por esta alteración de los conductos establecidos llegó con una tapa de la revista Noticias. La ilustraba una fotografía de Icazuriaga en la playa, con el título “La SIDE al desnudo”. La presidente entendió el mensaje. Más vale tarde que nunca".
Más datos:
"La magistrada Sandra Arroyo Salgado investigó el hackeado de las cuentas de mails entre 2006 y 2008 de Cristina Fernández de Kirchner, Daniel Scioli (cuando era vicepresidente), Alberto Fernández (jefe de Gabinete), Nilda Garré (ministra de Defensa), Jorge Taiana (canciller), Héctor Timerman (cónsul en Nueva York), Felipe Solá (gobernador bonaerense y luego diputado) y numerosos funcionarios más.
La metodología era la siguiente:
  *Yofre daba las órdenes y sugería qué información robar.
  *Carpintero y Alderete la robaban, entrando a las casillas de mails en forma clandestina y usando software de espionaje. Copiaban la información sustraída “en modo espejo”.
  *La información era depositada por Yofre en las casillas de correo especialmente abiertas por los que iban a utilizar los datos de los mails robados: Pagni, García, Mainhard, Ick y Reimundes.
  *Todos los encubridores sabían del origen ilícito de la información
".

1 comentarios:

Mariano T. dijo...

En algun momento, los funcionarios seran procesados lor espiar a periodistas, politicos, jueces, empresarios y otros funcionarios

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