miércoles, 7 de enero de 2015

Clarín se mofa del kirchnerismo por la foto de Scioli con Fátima Florez

Así estamos.
Bueno, es verano...
Ortelli: "Dentro del Frente para la Victoria comienzan a vislumbrarse diferencias y contrastes en torno a las críticas al mandatario provincial por su visita al Espacio Clarín.
Tras advertirle el lunes a Scioli de que “se está de este lado o se está del otro”, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich volvió a lanzar dardos en dirección a La Plata. “Muchos políticos sufren la crisis de amedrentamiento y cuando los empiezan a criticar, arrugan”, señaló en la conferencia de prensa matutina en Casa Rosada. Si bien no dio nombres, cuando se le repreguntó respecto a si se refería a alguien en particular, fue un poco más preciso: “Si un dirigente político no tiene convicción para defender lo que piensa, entonces no merece la confianza ni el voto del pueblo”.
En línea con la postura del Gobierno, surgieron distintas voces K. Dos de ellos, presidenciables. El ministro del Interior Florencio Randazzo sostuvo que Scioli “cree más en la tapa de Clarín que en lo que pueda transformar para la gente” y reafirmó que su principal rival en la interna del FpV “es parte de los candidatos que sostiene el establishment”.
Por su parte, el ministro de Defensa Agustín Rossi le advirtió a Scioli que “el kirchnerismo y Clarín no son compatibles”. “Espero que estos hechos los votantes del FPV lo metabolicen a la hora de elegir quién nos va a representar en las elecciones de este año”, completó en diálogo con FM Nacional Rock el precandidato en la presidencial. También desde el Gabinete, el ministro de Planificación Federal Julio De Vido se metió en la polémica y admitió que “hay fotos que lastiman” porque “apuntan y abonan a los enemigos de la política”.
Dentro de la línea más dura se mantuvo la diputada del Frente Para la Victoria Diana Conti. Aunque, en su caso, sorprendió dado que, hasta aquí, se había ubicado en el grupo K más conciliador con Scioli y se había animado, incluso, a defenderlo públicamente. Ayer, lanzó un feroz ataque. Tras tildar de “provocativo” el gesto del gobernador y asegurar que “los dirigentes (que lo criticaron) fueron suaves en relación a lo que piensan las bases”, indicó: “Me duele la actitud. A mí me defraudó. A lo mejor quiso producir esto”. Y culminó vinculándolo con otros dos presidenciables opositores. “Es probable que Clarín tenga tres candidatos: Massa Macri y Scioli”, deslizó.
En contrapartida, hubo otros que marcaron diferencias en ese ataque feroz a Scioli y le bajaron el tono a la polémica. Uno de ellos fue el secretario de Seguridad Sergio Berni, quien en los últimos tiempos se mostró muy cerca del gobernador. “Obviamente es una cuestión que ninguno de nosotros hubiera hecho pero creo que lo ha hecho con las mejores intenciones. No merece mayor análisis que eso”, dijo el funcionario, posible candidato en provincia en una eventual fórmula con el titular de la ANSeS Diego Bossio.
Pero también desde la Mesa Nacional de La Cámpora defendieron al gobernador. El titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, consideró que la foto refleja “parte de la forma de ser de Scioli”, recordó que “no es la primera vez que va a un encuentro de Clarín” y apuntó que si bien que “jamás iría” a un evento organizado por esa empresa, “hay que aceptar las diferencias”. Al tiempo que consideró que “mientras él mantenga su palabra y siga sosteniendo este proyecto” son “cuestiones que dentro del FpV no lo invalidan”.
El único sciolista en hablar ayer fue el presidente del Grupo Provincia Santiago Montoya. “Me tienen harto los cuestionamientos a Scioli”, estalló el funcionario. El resto se llamó a silencio, como pidió el gobernador. “Si quieren ver la foto y no la película, es problema de ellos”, dijeron".
Van der Kooy: "El kirchnerismo y los peronistas acaban de dejar en crudo la calidad de su política. Probablemente Cristina Fernández pueda hacer desde ahora menos alharaca reclamando a la oposición que exhiba sus propuestas en lugar de sus habituales intrigas y rencillas. El oficialismo, por imperio presidencial, quedó transformado en un conventillo porque a Daniel Scioli se le ocurrió asistir en Mar del Plata a una reunión social-cultural organizada por el Grupo Clarín.
Aquella osadía de Scioli -que ni siquiera balbuceó palabras- mereció, al menos hasta ayer, dos ruedas de prensa matinales de Jorge Capitanich. El jefe de Gabinete colocó al gobernador bonaerense en el bando de los demonios. Y retomó el libreto presidencial, en sus tuits, sobre las razones del éxito inicial de la temporada de verano. Síntesis: las candidaturas en el FPV parecerían ponderarse de acuerdo a la asistencia o ausencia a determinados eventos; la consistencia del modelo estaría garantizada por el amuchamiento de sombrillas y reposeras en las playas. Doña Rosa, aquel personaje imaginario al que solía hablarle Bernardo Neustadt, podría quedar convertida frente a esa bagatela K en Rosa de Luxemburgo. La construcción del pensamiento “progresista” estaría en el fin de ciclo quedando reducida a harapos.
Scioli se propuso ser presidente siempre de la mano de Cristina. Nunca en contra ella. Aunque tal vez no imaginó que la obstinación opositora de la mandataria llegara a tanto. Así está dispuesto a continuar aunque se desate sobre él la peor de las tormentas. Podría estar resonando en su cabeza aquella frase que le soltó Massa, cuando negociaban antes de las primarias un acuerdo para las legislativas del años pasado: “Si te quedás, te van a terminar matando”, machacó sin suerte el líder del Frente Renovador".
Blanck: "La respuesta fue un Scioli en estado puro, refregándole a los ultraoficialistas los agujeros negros de la década ganada de la que él mismo es parte, tanto o más que cualquiera de sus críticos de ocasión.
Scioli se desmarca cuando puede. Es un oficialista que a veces se hace el opositor. No le sale mal: tiene confundida a mucha gente, a uno y otro lado del abismo.
Juega a ser el candidato kirchnerista sin tatuarse la camiseta en la piel sino apenas poniéndosela encima porque éste es su equipo hoy pero mañana podría jugar en otro: su propio equipo y no el de Cristina. Ya se verá si tiene el talante y la fortuna para lograrlo.
En la lista de los obedientes oficialistas que salieron a sacudir a Scioli por haberse atrevido a asistir a un espacio que en su afiebrado verticalismo identifican como enemigo, se anotaron ministros nacionales y provinciales, gobernadores y diputados con altos cargos. Varios de ellos son aspirantes a alcanzar la candidatura presidencial por dedo y gracia de Cristina.
Paradojas de la política: unos cuántos de estos señores, que con tanto entusiasmo hacen uso de su legítimo derecho de desgañitarse contra Scioli, suelen hablar con periodistas de Clarín, tomando eso sí las precauciones del caso para evitar eventuales reprimendas. No se revelará aquí quiénes son. Pero ellos saben.
En ese intercambio profesional, como cuadra a cualquier político, se interesan porque sus actividades y opiniones sean adecuadamente difundidas por este diario; lo cual ocurre con puntualidad como es fácil verificar por quien se tome el módico trabajo de repasar nuestras ediciones cotidianas.
En el fondo recóndito de esa dualidad quizás esté latiendo la pulsión por quedarse en algún lugar de poder una vez que Cristina y los suyos deban irse.
A esta conducta, que es política y personal, se le debería hallar un nombre mejor. Por ahora podríamos llamarla hipocresía".

1 comentarios:

Mariano T. dijo...

Los que estan eliminados desde el vamos, y en 2016 se van a casa, se desgañitan.
Los que conocen la jugada, se cagan de risa.
No descartaria que Cristina este en el segundo grupo.

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